Descubre la poderosa influencia de tu subconsciente en tus elecciones con este ejercicio revelador. Mediante la colocación de dos papeles, A y B, descubre la conexión profunda que hay con tus deseos más auténticos. Avanza hacia cada opción, sintonizando con tus emociones y permitiendo que tu intuición te guíe. Este proceso de autodescubrimiento te proporcionará una clara comprensión de tus verdaderas aspiraciones, permitiéndote tomar decisiones con seguridad y convicción.
Ejercicio para saber si tu subconsciente te acompañará en una decisión:
- Toma 2 pedazos de papel. A uno escríbele la letra A y al otro la letra B.
- Colócalos aproximadamente a 2 metros de distancia el uno del otro.
- Colócate a 3 metros de cada uno de ellos, de manera de formar un triángulo, donde tú estás en uno de los ángulos del mismo y cada papel (A y B) queda en cada uno de los ángulos restantes.
- Imagina que A es un destino, producto de una decisión que necesitas tomar ahora. B es otro destino, distinto de A y será el producto de una decisión distinta que debes tomar ahora. Por ejemplo, si tienes que decidir si empezar una carrera u otra: A será el resultado de empezar ahora una de las carreras y B, el resultado de la otra.
- Mira el punto A, no necesariamente hacia el piso, sino en esa dirección.
- Cierra los ojos y da un paso hacia A. Antes, deberás decidir si cada paso es un año o un mes (o incluso otro intervalo temporal), según lo que quieras hacer. Personalmente, me gusta pensarlo en años.
- Registra cómo te sientes al dar ese paso. Puedes ayudarte con tu cuerpo, tomando nota mental de qué sientes en el cuerpo y dónde. Si tienes mucha práctica en registrar tus emociones, esto te será sencillo.
- Da el siguiente paso y repite el paso 7. Luego, da el tercer y último paso y repite nuevamente el paso 7.
- Vuelve al punto de origen y repite el procedimiento con B.
Conclusión: tu cuerpo y emociones te dirán si tu subconsciente quiere o no ir en cada una de esas direcciones. Luego de este ejercicio, tendrás una idea mucho más clara de hacia dónde quieres ir o no.
Una variante del ejercicio es la siguiente: párate en algún lugar de tu casa y establece una dirección y un punto de llegada (puede ser una puerta, una ventana, una columna, etc.). Debe estar establecida la meta de tal manera que puedas dar varios pasos. Camina hacia la meta pensando y sintiendo que vas hacia A, y luego vuelve al punto de partida y camina hacia la misma dirección pero pensando y sintiendo que vas hacia B. Registra tu cuerpo y emociones.
Ahora ya estás mucho más preparado/a para tomar una decisión.
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¡Un saludo!
Ezequiel