Ayer, un consultante después de la sesión que tuvimos me dijo: “fue una de las mejores sesiones”, y unos días antes, otra consultante me dijo: “nunca me había sentido tan querida”.

Lo que tienen en común ambos es que hicimos exactamente el mismo ejercicio. ¿Y qué ejercicio es? Uno en el cual ayudé a ambos a detectar cuál es su proyecto sentido, es decir, cuál fue la intención inconsciente de los padres al momento de la concepción.

Esta intención se graba a fuego en nosotros al punto de prácticamente dirigirnos la vida.

Te lo pongo con ejemplos: si tu mamá vive violencia o es avasallada por tu papá u otra persona que vive con ella, posiblemente tenga la intención inconsciente de que llegue un “superhéroe” a protegerla. Ahí vienes tú al mundo, con un cuerpo enorme y un resentimiento inconsciente hacia el agresor de tu mamá. De adulto, aún vives con tu mamá y te cuesta formar pareja: debes estar listo todo el tiempo para protegerla.

Otro ejemplo podría ser el de alguien que no forma pareja ni trabaja ni gana dinero porque tiene la “misión” inconsciente de cuidar a uno o ambos padres cuando sean ancianos.

Imagina ahora que tu mamá tenía miedo de que tu papá se fuera y “la abandonase”, incluso notó que él coqueteó con una compañera de trabajo. Su intención inconsciente al momento de tu concepción podría ser que tu papá no se vaya, entonces viene al mundo una niña que es “la luz de los ojos” de papá, perfecta para él y su preferida. De esta manera, con tu nacimiento, tu mamá se garantiza que papá se quede en casa.

El problema con estos tóxicos proyectos de vida inconscientes es que te quitan libertad y, como te podrás imaginar, bloquean ciertas áreas de tu vida fundamentales para tu crecimiento y desarrollo como adulto: dinero, pareja, profesión, etc.

¡Incluso podría ser que elijas una profesión para ser leal a este proyecto sentido! Por ejemplo, un psicólogo que se gestó en el vientre de una mamá deprimida.

En nuestro curso de ancestros abordamos este tema y cómo dejarlo atrás para vivir en libertad de estas memorias subconscientes (lo encontrarás más abajo).

¡Un gran saludo!

Ezequiel.