Hace algunos días, tuve la oportunidad de trabajar con una consultante muy interesante, una mujer de 40 años que se enfrentaba a múltiples dificultades para alcanzar el éxito en su vida laboral y sacar adelante sus proyectos. Su emocionalidad era de frustración y desánimo.

Decidí hacer una meditación guiada para explorar la posible conexión entre sus ancestros y sus desafíos actuales. Le pedí que cierre los ojos y empezamos a sumergirnos en un estado de relajación profunda, mientras nos adentrábamos en un viaje al pasado, dentro de su mente.

Para no hacer este artículo tan largo, te cuento que ella estaba vinculada a las mujeres de su lado materno. Observamos cómo estas mujeres, a lo largo de los años, habían sido criadas con la creencia arraigada de que su papel principal en la sociedad era cuidar de la casa y la familia.

Mi consultante se sorprendió al ver esta imagen reflejada en su árbol genealógico. Era como si las creencias de sus antepasadas estuvieran grabadas en su mente y corazón, influenciando su perspectiva actual sobre su identidad y potencial. Reconoció que, aunque había luchado por desafiar estas expectativas, esa antigua mentalidad seguía afectándola profundamente.

Una vez que volvimos al presente, comenzamos a explorar cómo esa creencia ancestral estaba afectando su vida y su carrera. La idea de que una mujer no podía salir adelante más allá de su papel tradicional de cuidar el hogar estaba afectando su autoconfianza y su habilidad para emprender nuevos proyectos. Ella se autoboicoteaba antes de siquiera intentarlo, creyendo que no tenía lo necesario para triunfar en un mundo laboral competitivo (por supuesto, inconsciente).

Le pedí que haga los movimientos tipicos que hacemos en estos casos: perdonar, entender, decirles a los ancestros, virtualmente, que esta creencias ya es innecesaria para la supervivencia, etc.

En el futuro, seguiré trabajando con personas que buscan desentrañar los hilos del pasado y liberarse de creencias limitantes. Cada historia es única, y cada transformación es un recordatorio de que el empoderamiento y el éxito están al alcance de todos, sin importar nuestro género, pasado o circunstancias.

¡Espero que esta breve historia te haya inspirado!

Con cariño.

Ezequiel.

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