Hoy voy a darte un paso a paso para la gestión emocional que estoy seguro que me lo vas a agradecer.

Si ya viste la clase gratuita donde lo explico, esto no será nuevo para ti (si quiesieras verla, puedes hacerlo dando clic aquí).

¿Estas listo/a? Manos a la obra:

Paso 0: Haz una relajación: respira profundamente por la nariz y exhala profundamente también por la nariz (o por la boca). Imagina que un agua tibia brota de una de las paredes del lugar donde estas y tiene un poder curativo, que lo que toca, lo relaja, lo cura, lo alivia. Entonces empezas a imaginar como va subiendo el agua desde el piso hasta tu cabeza, relajando todo tu cuerpo y, finalmente, te encuentras flotando en ese agua tibia tan cálida y tan reconfortante.

Paso 1: Identifica un momento de “impacto emocional”, un momento donde sentiste esa descarga de emociones. Por ahora, no vamos a pensar en  ellas, solo identificar el momento, pero debe ser un momento puntual, por ejemplo, si tu novio te dejó por chat, el momento de impacto es cuando estas mirando la pantalla del celular, no los momentos previos ni posteriores ni lo que interpretaste de eso, sino el  momento puntual donde te llega el mensaje y o ves.

Paso 2: Identifica el primer pensamiento luego del momento de impácto. Aquí seguimos sin pensar en emociones y, en cuanto al primer pensamiento, es lo primero que te viene a la mente en el instante posterior al momento de impacto emocional, sin reprimir nada. Suele ser algo así como: “justo esto, por qué a mi, la p*ta madre, no lo puedo creer, etc”, pensamientos rápidos y para nada elaborados.

Paso 3: Identifica el sentimiento asociado al pensamiento del paso anterior. Suele ser una mezcla de emociones, por ejemplo: angustia, desesperación, desvalorización, etc.

Paso 4: Ahora si, vamos a la emocion, pero en este caso, presta atención a la emoción que te permitiste expresar: miedo, tristeza o enojo. Los criterios para elegir una u otra son los siguientes:

Miedo: literalmente huiste.
Tristeza: te quedaste congelado/a (por ejemplo, tenias ganas de insultar, pero fuiste educado/a).
Enojo: insultaste o rompiste algo o golpeaste.

Acá es donde mucha gente se confunde. Si sentiste rabia pero no la expresaste, la emoción NO ES ENOJO en este caso, sino tristeza.

Paso 5: Si una de esas 3 emociones te permitiste expresar, hay otra que quedó guardada. Te quedan solo 2 opciones. Por ejemplo, si la que te permitiste expresar fue la tristeza, quizá la que quedó guardada fué el enojo.

Paso 6: Lleva tus 2 manos donde sientas la emoción que guardaste (entre tu garganta y tu pelvis). Respira profundamente y dí en voz alta (si no puedes, hazlo mentalmente): “Asumo que siento esto, le doy lugar a esta emoción en mi” o algo similar.

Paso 7: Siguiendo con el ejemplo, si sentiste enojo pero expresaste tristeza, es porque tuviste miedo de expresar el enojo. En este sentido, piensa de manera catastrófica: si expreso el enojo, a que le tengo miedo? Y si eso pasa, a qué le tengo miedo? Y si aun eso peor pasa, a qué le tengo miedo? Aquí debes jugar a ir hacia el peor escenario posible hasta llegar a algo como: “Si esto pasa me muero” o “Si esto pasa me aislarán y me dejarán solo”. Voy a tomar como ejemplo el segundo caso, el de quedarte solo: en este caso, lleva las 2 manos a donde sientas ese miedo y dí en voz alta: “Asumo que tengo miedo a quedarme solo” o “asumo este miedo a la soledad”.

Siempre la emoción de fondo es el miedo, por eso, no me quedé en el enojo sinó que fuí mas allá. Esta técnica es fabulosa a nivel de resultados y es parte de una de las que uso cuando trabajo de manera personalizada con muy buenos resultados!

Con mucho cariño.

Ezequiel.

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